jueves, 13 de noviembre de 2014

María y el costurero

"Era una cálida y primaveral mañana de Mayo y los cascos de aquel ejemplar zaino se batían enérgicos contra el suelo, moviendo el aire lo suficiente como para procurar una brisa en la que albergar un aroma a azahar que impregnó los sentidos de María de las Mercedes. Esta demasiado pálida y por recomendación del Dr. Rubio debe tomar el sol cada mañana mientras cose en un pequeño y coqueto edificio mozárabe situado en los jardines del Palacio de San Telmo. Cuatro costureras, entre ellas su aya, pueden ver como su corazón se agita y sus nervios se disparan, porque su amado se acerca a galope, desde el Real Alcázar. El misterioso caballero no es otro que Alfonso XII, rey de España y también su primo que le dispensa cada vez que consigue un momento libre una atención de enamorado.

Las risas de las damas se suceden cuando el caballo de Alfonso se acerca. "Niñas compórtense, es el soberano de España quién llega". María de las Mercedes se atusa el pelo y se coloca el vestido de forma disimulada mientras Alfonso baja del caballo. "Majestad", saludan las mujeres, "buenos días". Todas bajan la mirada menos una, que clava sus pupilas negras en los ojos de Alfonso de forma tan irreverente que provoca un carraspeo disuasorio de su aya, Doña Encarnación. "Majestad, y ¿Cómo usted por aquí, tan cerca del Palacio de San Telmo?" "Disculpe Doña Encarnación, espero no causarles molestias pero como podrá usted imaginar los caballos poco entienden de monarquías y este se ha empeñado en visitar a las damas mas bellas de todo Sevilla" y con esta última palabra se inclinó hacia María de las Marcedes con una rosa en la mano. Cuando ella se dispuso a aceptar tan bello presente, sus manos se rozaron por un instante tan fugaz para ellos como indecoroso para su aya que se vio en la obligación de carraspear nuevamente y comentar con malévola ironía: "No se preocupe Majestad, que de todos es sabido que su mano es firme para los asuntos de estado aunque no lo sea tanto para el control de las bestias equinas, según parece". Ambos rieron mientras Alfonso se despedía con la mirada clavada en una María de las Mercedes que sentía que su corazón iba a salir por la boca..."

Estos idílicos encuentros entre María de las Mercedes de Orleans y Alfonso XII en realidad sólo existieron en las leyendas sevillanas que bautizaron al coqueto edificio mozárabe de finales del XIX que se sitúa en lo que hoy se conoce como paseo de las Delicias, como Costurero de la Reina. La realidad, no tan novelera es que el edificio se construyó años después de la prematura muerte de la reina.




Hoy se sube a la pasarela de Chis&Bru, María León Castillejo. Directora de comunicación de Pedro del Hierro España, asesora de imagen, comunicadora, viajera incansable... pero sobre todo entusiasta de la vida. De María se desprende una energía que arrasa allá por donde va, transmite lo mejor de cada cosa, tiene ese don que convierte cada evento que cuenta, cada viaje que hace, cada producto que enseña, en más bonito, en más alegre, en más positivo...

Luce para la ocasión un vestido en terciopelo, con pillbox a juego y bolso de mano en oro. Los tonos elegidos, el albero y el grana son un homenaje a su Sevilla natal, en concreto al Costurero de la Reina, que representa el espíritu de María por la alegría y la belleza que transmite.

Las paradojas del destino han querido que María de las Mercedes, a pesar de ser solamente reina durante pocos meses sea una de las reinas más recordadas: romances, coplas e incluso películas se han encargado de ello. Su huella aún esta presente en Sevilla, esa Sevilla alegre de María León, con ese color especial grabado en las retinas de todos los que hemos tenido el placer de visitarla.

Hasta la próxima muñeca.